Importancia de los Protocolos en el Tratamiento de Mastitis Clínicas

 In Bioseguridad

Luis Miguel Jiménez desde DLeche

El tratamiento de los casos de mastitis clínica con sustancias antimicrobianas se lleva implementando en los programas de control de mastitis desde hace más de 60 años.

Cuando se empezaron a usar antibióticos para tratar los casos de mastitis clínica, la tasa de curación estaba cercana al 80%.

En estos últimos 10 años la tasa de curación ha disminuido considerablemente, y la causa principal es el incremento de resistencia a los antibióticos por parte de los microorganismos causantes de mastitis. Es alarmante observar cómo ha disminuido la tasa de curación de los casos de mastitis clínicas. A esto hay que añadir, que en muchos casos se hace un mal diagnóstico y por tanto el éxito de curación se reduce. Muchas de las sustancias antimicrobianas que teníamos a nuestro alcance se han ido suprimiendo, debido principalmente a problemas de registro y/o resistencia.
La resistencia a los antibióticos no es exclusiva de la mastitis y mucho menos de la medicina veterinaria, es un hecho que está ocurriendo en medicina humana también y en este sentido, en España se empieza a tomar conciencia de este hecho y por ello se ha puesto en marcha el “Plan estratégico de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos” promovido por la agencia española de medicamentos y productos sanitarios del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. La función de este plan, principalmente, es dilucidar cuáles son los motivos de este incremento a la resistencia de los antibióticos de uso en medicina humana y por supuesto, también influye el uso que se haga de estas sustancias en medicina veterinaria.
El incremento de la resistencia a los antibióticos por parte de los microorganismos patógenos causantes de la mastitis, se explica fundamentalmente por dos razones. La primera, se puede deber al mal uso que se hace de los antibióticos, ya sea por tratamientos muy cortos, dosis insuficientes o simplemente por el uso de un antibiótico equivocado para ese tratamiento. En muchos casos no son los veterinarios los que tratan los casos de mastitis clínica, son los propios productores los que diagnostican y aplican el tratamiento y esto repercute en las bajas tasas de curación.
La segunda causa se debe a un cambio en el patrón de comportamiento de los microorganismos patógenos, de tal manera que modifican los mecanismos de patogenicidad haciéndose resistentes a los antibióticos.

Un informe del National Mastitis Council de 2003, revelaba que la práctica habitual era tratar los casos de mastitis dos veces al día por vía intramamaria durante tres días. Una vez concluido el tratamiento, si la leche aparecía normal, la vaca se incorporaba al rebaño y si la leche todavía era anormal, se continuaba el tratamiento por otros dos días, en los cuartos que no respondían al tratamiento.

Esta nueva realidad, ha hecho necesario implantar el uso de protocolos de tratamiento y éstos se modificarán dependiendo de varios factores que hay que considerar.
Para ello debemos conocer perfectamente todas las variables que pueden estar determinando la mastitis clínica en su lechería, para tal efecto consideraremos 10 puntos.

1. El primer punto, es la detección precoz de todos los casos de mastitis, los ordeñadores deben estar perfectamente entrenados en este apartado. Son muchas las ocasiones que los ordeñadores no advierten casos de mastitis por mala disciplina o desconocimiento. El despunte de los primeros chorros de leche, sigue siendo la práctica más eficaz para conseguir este objetivo, no solo se detectarán todos los casos de mastitis clínica, sino que también esta práctica ayudará a que se produzca la bajada de la leche. La mayoría de los casos de mastitis clínica son leves o de grado 1, en la que simplemente hay alteración en la leche. Luego tenemos las mastitis clínicas moderadas o de grado 2, en las que la leche sigue siendo anormal y hay inflamación de la glándula. Tanto los casos de grado 1 como los casos de grado 2, son tratados rutinariamente por parte de los productores. Por último, las mastitis clínicas hiperagudas o de tipo 3, son en las que existe alteración del estado general del animal, en estos casos se suele requerir la presencia del veterinario.

2. Es muy importante conocer cual o cuales son los microorganismos responsables de las infecciones en el predio, para ello es necesario hacer cultivos microbiológicos de la leche de todos los casos de mastitis. Sin embargo, como es necesario tratar lo antes posible, no podemos esperar el resultado de un cultivo microbiológico convencional de laboratorio de las muestras de leche. La alternativa moderna, es determinar de qué tipo de germen se trata, si es un gram positivo, un gram negativo u otro como una Prototheca spp. o un Staphylococcus aureus.
Actualmente, este tipo de determinación se puede hacer en la propia lechería. El objetivo del método consiste en saber rápidamente con qué tenemos que tratar o simplemente, nos permite decidir, no tratar con antibióticos debido al tipo de microorganismo. Es preciso señalar, que las muestras hay que enviarlas y analizarlas posteriormente en un laboratorio de diagnóstico para identificar exactamente al microorganismo.
La segunda parte del cultivo desarrollado en la lechería, permite disponer de protocolos para decidir el tratamiento. La razón principal para usar este sistema predial, es que se puede ahorrar mucho dinero en tratamientos, habrá una mayor tasa de curación y también habrá menos vacas crónicas en el rebaño.

3. Es necesario el registro de todos los casos de mastitis clínica, de esta manera se tendrá un conocimiento real de lo que está pasando en la explotación. Es imposible conocer el estado real si no se registra ningún dato o se registra mal, o parcial. Hay muchos sistemas de registro, desde una libreta hasta programas computarizados donde hay mucha más información del caso de mastitis. Como mínimo se debe apuntar el número de la vaca, la fecha del caso, el cuarto afectado y el tratamiento aplicado. También se puede registrar el tipo de mastitis de que se trata dependiendo del grado, los días en lactación en los que ha aparecido el caso, etc. Este paso será necesario para obtener todos los índices que tienen que ver con la mastitis clínica.
4. La tasa mensual de mastitis clínica, se refiere a todos los casos detectados en el periodo de un mes con respecto a todas las vacas en lactación. Una buena tasa, es tener menos de un 4%, si es superior, significa que hay un problema y será necesario detectarlo analizando las posibles fallas en la práctica de ordeña o externas a la sala.
5. Es muy importante conocer las vacas que son repetidoras y por supuesto el cuarto afectado, en términos generales no debería haber más de un 20%. Si es superior, podemos concluir que los productos utilizados no son eficientes, de modo que debemos revisar nuestros protocolos de tratamientos y actuar en consecuencia. Por otro lado, las vacas repetidoras se pueden considerar vacas crónicas y si los cuartos afectados son siempre los mismos, podríamos recurrir a secarlos permanentemente. Esta decisión debe ser de responsabilidad del médico veterinario.

6. Normalmente no suele haber un elevado número de casos con más de un cuarto afectado. Este porcentaje debería estar por debajo de un 20%. Si excede este porcentaje, se podría pensar en un problema causado por gérmenes del tipo Mycoplasma spp.

7. Si en la explotación hay más de un 2% de los casos de mastitis, cuyo resultado es la muerte del animal, tenemos un problema serio. Estos casos generalmente son provocados por microorganismos coliformes, tales como Escherichia coli, Klebsiella, entre otros.

8. Cuando en el rebaño existen muchos casos de mastitis tipo 3, es que estamos frente a un grave problema. Este hecho va de la mano con el punto anterior, es decir muchos casos de mastitis tipo 3 acaban ocasionando la muerte del animal.
La mayoría de los casos de mastitis (90%) deben ser de tipo 1 y 2, es decir la leche es anormal con o sin inflamación de la glándula, si tenemos más de un 10% de vacas en las que su estado general se ve afectado estamos ante un grave problema.

9. Es muy revelador que en una explotación haya muchas vacas con algún cuarto perdido, cuando más de un 5% de las vacas está en esta situación, es indicador de que hay un problema marcado de mastitis clínica.

10. Hay determinados casos de mastitis clínica en el que es necesario cambiar el tratamiento ya que al haber finalizado este, no se observa ninguna mejoría en la sintomatología o lo que es peor, la mastitis se agrava. En estos casos hay que cambiar el tratamiento pero nunca antes de tiempo, es decir, hay que tener paciencia y esperar a que el tratamiento funcione, no optar por cambiarlo antes de tiempo. Como índice podemos decir que no debe haber más de un 20% de cambios de tratamientos, si hay más indica que no se respetan los protocolos de tratamiento e incide directamente en una reducción en la tasa de curación y por otro lado también puede incrementar la resistencia a los antibióticos.

Para resumir, el proceso en la explotación sería el siguiente:
1- Insistir que lo más importante es que los ordeñadores estén entrenados para la detección precoz de mastitis.
2- Toma de muestra, un cultivo primero en granja con posterior envío de la muestra al laboratorio para identificación y antibiograma si procede.
3- Identificación correcta de la vaca.
4- Tratamiento de los animales lo antes posible, en el momento que tenemos un resultado preliminar.
5- Registro detallado de los casos de mastitis.
6- Evaluación de la situación de mastitis.

Para la evaluación de la mastitis clínica en una explotación son necesarios los 3 primeros pasos, una vez que tenemos un buen registro de los datos, el técnico junto con el productor podrán evaluar mediante los índices de mastitis clínica la situación.
Nuestro papel principal está en la implantación de buenas prácticas de manejo en el control de mastitis y dentro de este campo se incluye asesoramiento y la implantación de protocolos correctos, siempre basados en nuestra experiencia y por supuesto en investigaciones científicas.
Es importante tomar conciencia de hacer un uso responsable de los antibióticos, realizando un buen diagnóstico, para ello es fundamental contar con un buen servicio de laboratorio especializado. Sin embargo, hoy el productor lechero puede acceder al “cultivo en granja” o “cultivo en la lechería”, que permite conseguir una primera información para tomar una decisión de tratamiento.
Todo esto repercutirá de una manera positiva en la reducción de la incidencia de casos de mastitis clínica y por supuesto en el aumento de las tasas de curación.

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